Muchas veces hemos comentado la importancia que la actividad física tiene para el bienestar de nuestro cuerpo y nuestra mente. En nuestro artículo de marcha nórdica hablábamos de los beneficios que nos aporta caminar. En el artículo de hoy vamos a fijarnos en un alimento que no debe faltar en nuestras caminatas; los frutos secos.
Algunos mitos de los frutos secos
Hasta no hace mucho tiempo, los frutos secos gozaban de mala prensa debido a su aporte calórico pero poco a poco esta concepción ha ido cambiando debido a diferentes investigaciones que han demostrado los beneficios de su consumo. De hecho un consumo moderado de frutos secos tiene un efecto saciante (gracias a su aporte de fibra y proteínas vegetales) y contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Beneficios de los frutos secos
-Grasas cardiosaludables: destaca su aporte en grasas insaturadas e incluso en ácidos grasos esenciales del tipo Omega 3 y Omega 6 con beneficios demostrados para la prevención del riesgo cardiovascular y con propiedades antiinflamatorias.
-Fibra: como se ha comentado este nutriente nos ayuda a sentirnos saciados. Por eso son de gran ayuda cuando, tras un cierto tiempo realizando actividad física, sentimos ganas de tomar algo.
-Proteínas de origen vegetal: seguro que habrás oído que en nuestra alimentación actual abusamos de proteínas de origen animal (asociadas a grasas saturadas y colesterol) y pocas de origen vegetal. Por eso el consumo de frutos secos (y también las legumbres) nos pueden ayudar a “equilibrar” un poco la balanza.
-Vitaminas: en los frutos secos destacan las del grupo B y sobre todo la vitamina E con poder antioxidante.
-Minerales: los frutos secos son fuente de magnesio, potasio, fósforo y en algunos casos incluso de calcio, como en las almendras y las avellanas. El aporte del magnesio es muy interesante en caso de realizar actividad física, tal y como ya tratamos en nuestro artículo ¿Para qué sirve el magnesio?
¿Cuál es el consumo recomendado?
Durante todo este artículo hemos insistido en un consumo moderado de frutos secos. Los expertos recomiendan que una ración moderada es de unos 20-30 gramos de frutos secos. A efectos prácticos esta cantidad es la que nos cabe en una mano, un puñado.
Así mismo se recomienda tomarlos entre 3 -7 veces a la semana y están especialmente indicados en personas que presentan altos niveles de colesterol o triglicéridos en sangre.
En conclusión
– Tomar frutos secos nos aporta muchos beneficios a nivel de nutrientes.
– Si se toman con moderación no tienen por qué engordar.
– Su consumo puede ayudarnos a equilibrar un poco la balanza entre proteínas de origen animal y vegetal evitando, además, el consumo de otras opciones menos saludables (bollería industrial…etc).
– Son fáciles de consumir y llevar en caso de práctica de ejercicio físico
Imagen: Pixabay – maxmann
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